Finalmente llegamos a estos seres
místicos, quienes logran cautivar las mas numerosas leyendas e historias de
fabula a través de la era moderna y desde las antigüedades.
Para poder comprender mejor a estos
seres, detallare 9 hechos de estos seres a tener en cuenta, para entenderlos
mejor:
1. La leyenda de los duendes data más
allá del período grecorromano donde se les dio nombre y clasificación.
Adicionalmente, muchas culturas relatan sobre pequeñas criaturas malignas que
salen en la noche para atormentar al hombre.
2. Según la descripción física dada de
los duendes, éstos tienen una estatura entre 6 y 12 pulgadas y su vestimenta
consiste de delantales y gorros de color verde o rojo. Su rostro comúnmente se
detalla como deforme y su mirada como diabólica.
3. Los duendes se desenvuelven en un
plano paralelo al nuestro en el cual la percepción está distorsionada. Debido a
este fenómeno, un duende no puede ser visto por personas adultas a menos que
quiera ser visto. El privilegio de ver a estos extraños seres está reservado
para los niños y los animales.
4. La razón por la cual es tan difícil
ver a los duendes es porque ellos existen en una frecuencia distinta a la de
los humanos, lo cual los hace virtualmente imposibles de captar, ya que se
mueven mucho más rápido de lo que el ojo humano puede ver. Los duendes pueden
ser percibidos solo por aquellos que tienen la agudeza de poder distinguir las
cosas en dichas frecuencias. Debido a la agudeza de los sentidos de los
animales, éstos pueden verlos con gran facilidad y los perciben como cualquier
otro ser viviente.
5. Muchos niños constan de la
sensibilidad y la agudeza necesaria para poder ver y sentir a los duendes, lo
que los hace más propensos a ser víctimas de sus ataques. Hay duendes que les
gusta martirizar a niños pequeños, mientras que hay otros que les divierte
jugar con ellos.
6. Hay dos animales que detestan la
existencia de esas terribles criaturas; dos de los más cercanos al hombre: los
caballos y los perros. Mientras que los perros pueden defenderse de los ataques
de los duendes, los caballos, por lo general, están indefensos y son
atormentados constantemente por ellos. Los perros, por el contrario, tienden a
proteger a sus amos de la presencia de estos seres. Los duendes sí le temen a
los perros y se inclinan a mantenerse alejados de los lugares donde los hay.
Por lo tanto, las casas donde hay perros generalmente están protegidas de estas
criaturas.
7. Las actividades de los duendes
comúnmente están vinculadas a travesuras o diabluras, como tumbar pequeñas cosas,
cambiar los objetos de lugar o jugar con la electricidad y el agua, pero hay
algunas actividades que tienden a irse al extremo de lo diabólico y lo
perjudicial. Aunque los niños son más fáciles víctimas, hay adultos que pueden
caer presa de estas actividades. Entre ellas está robarle la respiración a la
persona mientras duerme para que amanezca casi ahogada o con repentinos ataques
de asma. La criatura también puede colocarse a un lado de la oreja de su
víctima y causarle terribles pesadillas o manipular a los insectos para que le
piquen o le causen molestias.
8. Los duendes poseen otros poderes
malignos que suelen tener efectos dañinos sobre una gran variedad de cosas
orgánicas. Entre estos poderes está la perversa habilidad de causar mala suerte
o provocar la coagulación de la sangre en las personas. Su risa raramente se
puede oír, pero puede ocurrir que se escuche en lugares donde hay una gran
cantidad de maldad presente. Esta risa puede causar que la leche se corte y que
otros líquidos se fermenten o se tornen ácidos, al igual que provoca que las
frutas se caigan antes de tiempo de los árboles y se pudran repentinamente.
9. En cuanto a instrumentos
tecnológicos, los duendes pueden provocar su mal funcionamiento
inesperadamente. A veces los aparatos afectados por los duendes tienden a dar
problemas en momentos en que más se les necesita, ya que la ansiedad y el
sufrimiento humano a raíz de estos problemas les divierte. Por lo general, las
cosas que dieron problemas se arreglan inexplicablemente y no vuelven a dar
problemas. Sin embargo, cuando el problema sigue, y se intenta reparar el
aparato, es muy común darse cuenta que la causa era tan simple como un tornillo
flojo.
Los duendes forman parte de la raza
elemental feérica, y junto con sus homólogos elfos, trols y hadas, son
guardianes de la naturaleza y son los seres más populares de las mitologías
celta y nórdica, ya que tanto vikingos como celtas creían en la existencia de
fuerzas primarias y de seres fantásticos relacionados con la naturaleza.
Los duendes se distinguen de los elfos
por su pequeño tamaño, sus orejas son puntiagudas, algunas especies son de
nariz grande y otras pequeña, su cabello es largo y a veces suelen ser peludos
y portan largas garras. Generalmente son semejantes a un niño pequeño en
estatura, aunque también son descritos subtipos más pequeños; los cuales son
denominados duendecillos.
Algunos duendes consortes en brujería o
hechicería pagana eran llamados familiares. Se dice que los druidas celtas y
los hechiceros los usaban como espías o ayudantes para conjuros, que la Madre
Tierra otorgaba estos ayudantes a sus druidas más selectos, y que en el caso de
los satánicos, era el mismo Diablo quien los otorgaba; es por ello que se les
atribuía forma de un animal pequeño por ser discretos, ya fuera como un gato,
hurón, sapo, rata o murciélago.
Suelen ser descritos popularmente como
expertos en la magia, adivinación y demás ciencias ocultas, sin embargo, su
magia es ineficaz contra alguien que porte un "trébol de 4 hojas",
son intolerantes a la imagen de San Patricio, el santo patrón de Irlanda, ya
que fue este quien "les desterró de la casa de Dios", aunque en el
día celebrado a este santo (17 de marzo) se dice que es cuando todos los
duendes y demás seres de la fauna faérica emergen de sus escondites haciendo
calamidades por doquier. Se les puede matar con hierro forjado, aunque también
se les atribuye vulnerabilidad a la plata, al igual que los hombres-lobo, ya
que la plata se considera un "metal santo" y las armas de plata son
de especial predilección para hacer frente a demonios y demás seres.
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